En México, la cultura de la seguridad y la calidad de los productos es un asunto que, como el del cuidado al medio ambiente, aún no se establece en todos los sectores de la población.
La educación de un país también debe integrar aspectos sobre la búsqueda del cuidado del ser humano en todos los ámbitos, en este caso, en la adquisición de productos que sean hechos con materiales de calidad y que otorguen altos niveles de seguridad.
Leamos tres ejemplo:
1. Llega a su casa y enciende la luz, va al refrigerador y saca un bote de leche; posteriormente se dirige a la recámara y quiere conectar la tele y una lámpara; auch, no alcanzó el cable, ni modo, a conectar una extensión... Se da cuenta que el contacto de la pared está a punto de caer y aún así pongo la clavija de la extensión.
Podrán pasar muchos días y posiblemente, no suceda ningún accidente que ponga en riesgo su salud y su economía. Pero, supongamos que sí sucede que el contacto se termina por romper, la extensión se quema y hace corto circuito... ¿Qué haría el amable lector en estas circunstancias?...
2. Vamos en nuestro auto, muy felices y muy contentos. De repente nos damos cuenta que empieza a salir humo del cofre, nos detenemos y... oh, oh; algo sucede que ¡comienza a salir fuego del auto! Corremos para quitar el extintor y a la hora de quitarle el seguro, sólo avienta una mezcla de polvo que no nadamás no apaga el fuego, sino que lo acrecenta... ¿Cómo actuaríamos en una situación así?
3. Compramos un limpiador para la estufa pero la etiqueta no indica las instrucciones para su manejo. Se nos antoja un café y pensamos que mientras limpiamos, nos lo podemos tomar. Nadie nos dijo y mucho menos estaba identificado en la etiqueta de información, que no podíamos hacer eso, pues el limpiador contiene amoniaco y ¡es flamable! ¿Qué pasaría con nosotros?
Situaciones como las anteriores son más comunes de lo que creemos. Desafortunadamente, el ser humano se piensa ajeno y lejano a ellas. No conocemos las obligaciones para los fabricantes de los productos que solemos usar, así como nuestra falta de cultura para la adquisición de productos y servicios de calidad.
El dicho que menciona que "lo barato, sale caro", es una realidad en muchos sentidos, sin embargo, creemos que si gastamos menos en la compra, nos estamos ahorrando unos pesos que servirán para otras cosas. Pero cuando la casa se quema, se accidenta un ser querido o se envía a a un familiar por algún accidente; son las ocasiones en las que reflexionamos sobre lo que pasó y por qué.
La cultura de la seguridad y la calidad es un asunto que nos atañe a todos. Desde los niños hasta las personas de la tercera edad. Todos somos susceptibles de sufrir un accidente o de ser responsables por ello.
Comenzar a conocer cuáles son nuestros derechos así como las obligaciones de los fabricantes, productores y oferantes de servicios; nos permitirá conocer y dar valor a la importancia de organismos como ANCE, cuya misión enmarca la relevancia de la credibilidad y confianza hacia los consumidores; pues solamente con productos seguros, con información efectiva en las etiquetas de los productos que consumimos, con alimentos y bebidas verificados para saber si están preparados adecuadamente; entre otros, podremos lograr que la calidad y la seguridad sean elementos con los que compremos lo que necesitamos.
Demos pasos seguros al conocer qué es y para qué sirve la Asociación de Normalización y Certificación A.C.
Serán bienvenidos a nuestra página web: http://www.ance.org.mx/
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